VI Versión, 2009

Cuando pensaba en este premio de periodismo vino a mi mente la imagen de los ganadores. Pero por esas necedades del pensamiento me surgieron dos preguntas: ¿Quién más gana con este premio? ¿Es este un premio que ha llegado a la madurez?

Las primeras respuestas que me di, me dejaron pensando sobre lo que llaman en el argot empresarial, el valor agregado ¿Quiénes se benefician con este premio?

Primero, los que ganan, que se llevan un buen cheque esta misma noche, lo que hace mérito. En todos los premios, el dinero llega semanas después, y llevárselo hoy implica un acto de respeto de la Universidad por los ganadores. Claro, que más significativo que el dinero es la reputación de ser ganador de un premio de periodismo. Eso habla de la calidad profesional, de la excelencia del trabajo de la dedicación a este noble oficio del periodismo.

Los segundos que ganan son los que no ganan. Para ellos, nominados o no, participantes o no, los trabajos ganadores de sus colegas se tornan un referente: “Si mi trabajo fue bueno y no gané, ¿Qué tuvo el primer lugar para merecerlo? Debe ser la pregunta… ¿Qué puedo aprender de eso? ¿Cómo me puede ayudar todo eso? Por eso, debo celebrar la edición del libro con trabajos periodísticos, ganadores de la anterior versión, producción que se hará cada año a partir de ahora porque leer y ver en televisión por el canal 23 y por Telecaribe los trabajos ganadores es un estímulo para el periodismo regional, y para todos.

Se benefician los estudiantes de Comunicación y Periodismo. Uno tiende a mirar otros horizontes para aprender de los mejores, muchas veces sin darse cuenta que ellos están cerca de nosotros.

Tienen los estudiantes ahora, un texto de estudio obligatorio en su aprendizaje donde podrán apreciar el buen periodismo para emular y superar.

Ganan los lectores, los televidentes, los oyentes, quienes sin saberlo, reciben cada día una mejor noticia, un mejor reportaje o crónica, una foto.

He escuchado a varios decir que han optado por hacer un mejor trabajo cada día y luego evalúan alguno merece participar en el Premio. Es decir, los periodistas no escriben o producen para presentarse en el concurso. No. Deciden hacer su oficio con profesionalismo motivados por el Premio.

Este Premio lleva dos criterios y el nivel de exigencia de las salas de redacción, incrementa el vínculo entre periodistas y los ciudadanos en algunos lamentables casos con riesgos personales y familiares. Incrementa la capacidad de juicio y crítica a la gestión de dirigentes, políticos y empresarios como oportunidad de desarrollo social.

Y claro, gana la Universidad Autónoma del Caribe, gestora de este Premio, lo que me lleva a la segunda pregunta: ¿Ha llegado el Premio de Periodismo Mario Ceballos Araujo a su madurez?

Este Premio surgió para conmemorar cada año la memoria del doctor Mario Ceballos Araujo, de quien deseo resaltar su visión, pasión, decisión con los medios de comunicación y el periodismo. Creó la primera facultad de Comunicación y Periodismo de la región Caribe cuando eso era un riesgo y una aventura por el tema de la formación del uso de la tecnología. Hablando en términos de responsabilidad social entendió que debía formar comunicadores para ayudar a formar a toda una ciudadanía. Fundó la primera emisora cultural en el Caribe colombiano, financiada totalmente por la Universidad que ha aportado a la identidad Caribe y ha servido como medio de prácticas de los estudiantes.

Le apostó a producir televisión educativa y cultural con el Canal 23, una proeza con buenos resultados entre tantos gigantes económicos. Si el doctor Mario Ceballos estuviese vivo hoy, seguro que estaría lleno liderando la comunicación y el periodismo por Internet.

La segunda razón de este premio eran sus egresados, dado que quizás el 80% de los comunicadores y periodistas en medios y organizaciones públicas y privadas de la región Caribe son egresados de esta Universidad, un premio de periodismo era una forma de integrarlos, de reconocer su gestión diaria, y de unirlos más a su Alma Mater.

La tercera razón de este premio fue reconocer y valorar el periodismo regional, siendo una buena opción ante premios de orden nacional que suelen ser eventos centralizados en los medios nacionales, por no decir solamente en Bogotá ¿Se han logrado estos propósitos? Bueno, los

objetivos se han cumplido y se han superado. Cada año hay mayor número de participantes y trabajos en las diferentes categorías, lo cual habla del entusiasmo de los periodistas y de la reputación y confianza en la Universidad y en sus organizadores.

Conversando con algunos colegas, me dicen que el Premio ha estimulado al compromiso por hacer periodismo de mayor calidad. La competencia ha servido para inspirar a los demás. Ha permitido compararse y aprender. Desde la primera versión los trabajos no son de solamente egresados y estudiantes de la Universidad Autónoma del Caribe. Encontramos trabajos de Universidades que tienen emisoras y periódicos sin tener facultad de Comunicación. Debo destacar de manera especial que cada vez hay más trabajos y participantes de medios nacionales, y de ciudades de regiones diferentes al Caribe.

Otro detalle surgido del lenguaje cotidiano nos ayuda para la respuesta a la segunda pregunta: He escuchado que muchas personas no hablan del ‘Premio de Periodismo Mario Ceballos Araujo’ sino que lo han simplificado y se refieren al ‘Mario Ceballos’. Es decir, lo han apropiado, lo han hecho suyo. Estas razones sencillas todas, pero de gran significación me dicen que el Premio de Periodismo Mario Ceballos ha alcanzado la madurez a edad temprana, que cual moza, muestra desde joven sus talentos a todo el país.

Pero aquí, aquí hay algo muy importante: la madurez de este Premio no es posible sin dos tipos de personas: los primeros, profesores, estudiantes y empleados comprometidos con este evento, en el cual invierten ideas, energía, entusiasmo y muchísimo tiempo de trabajo. Lo que vemos hoy, y ustedes aprecian por televisión, ha requerido meses de planeación, de organización, de trabajo en equipo. A este grupo de personas profesionales, mis felicitaciones. Muestran su compromiso y competencias que solo permiten decir: ¡Excelente!

La tercera persona también tiene nombre propio: Belinda García, alma del Premio. Motiva, inspira, planea, coordina, promociona. Llama uno por uno todos los medios de la región para entusiasmarlos a presentar los trabajos, trabajos de calidad, incluso persigue. Y si algún jurado se demora, ella está ahí con ese cariñoso llamado para recordar fechas y envíos.

Me consta que es exigente en la selección de los jurados porque insiste en que el valor del premio está en quien evalúa. Claro que no lo digo por mí sino por personas de tal valor personal y profesional como el maestro José Salgar, 75 años de periodismo, todo un Maestro; Gustavo Castro Caycedo, seguramente la persona que más sabe de televisión en nuestro país; Salud Hernández, quien hoy está en Honduras, trabajando por todo lo que

ustedes conocen, Pablo Múnera, Mauricio González, Antonio Roveda, Vera Schutz, Ricardo Galán, por citar solamente algunos.

Así como está pendiente de cada detalle, Belinda es totalmente respetuosa de los criterios, evaluación y decisión de los jurados, quienes somos totalmente autónomos en nuestro fallo.

Creo yo, con base en la experiencia, que para la próxima versión el ‘Mario Ceballos’ será un premio nacional, y puedo apostar que antes de cumplir los diez años, será un premio internacional, pues donde hay un comunicador y periodista costeño, hay un potencial participante.

Este Premio no solo ha alcanzado su madurez, sino que ya tiene vida propia. Le pertenece a todos y cada uno de los comunicadores y periodistas de la región Caribe y de este bello país nuestro. Le pertenece a los ciudadanos de la grande región Caribe que reciben cada día trabajos periodísticos de mayor calidad, mayor responsabilidad y compromiso profesional y social.

Por esto, bien puedo decir que el Premio de Periodismo Mario Ceballos Araújo, aunque alcance ya su madurez es un premio en evolución… crecerá, trascenderá fronteras, unirá pueblos y personas, inspirará a muchas generaciones, motivará a la excelencia.

¡Qué mejor homenaje a un gran hombre que sirvió a su país y a su gente! ¡Qué mejor forma de mostrar el compromiso de la Universidad Autónoma del Caribe por sus estudiantes y egresados para formar líderes al servicio de la región y el país!

A todos los ganadores, congratulaciones, y algo muy importante para Belinda, espero que me invite el próximo año. Estoy matriculado, estoy feliz de estar acá.

Para nosotros los cachacos, estar en Barranquilla es algo muy, muy especial. Sentir el Caribe, sentirlos a ustedes, sentir la música… Y ustedes no saben lo que estoy esperando para después de la ceremonia, la ‘rumbeadita’. A todos ustedes, gracias, muy amables.