I Versión, 2004

Memorias Premio Mario Ceballos 

Discurso en nombre del jurado

Buenas noches.
Yo realmente no sé por qué me han traído aquí para hablar en nombre del jurado siendo tan distinguidos los miembros del jurado de este concurso.
Debe ser porque de todos los jurados soy el que vive más lejos. Tuve que venir de Cali o tal vez porque yo creo, si Cacua Prada anda por ahí, tal vez el más veterano de los periodistas, llevó 50 años en el oficio.

Obviamente voy a referirme a lo que nos trae aquí que es este premio de periodismo. Es muy honroso, enormemente honroso estar aquí en la primera entrega de los premios de periodismo que llevan el nombre de aquel querido amigo que fue Mario Ceballos Araujo. Pero no tenían que invitarme a acto tan solemne. Para venir a Barranquilla yo vengo hasta en la montadura de una llanta porque me encanta Barranquilla.

Me encanta Barranquilla y lo digo muy sinceramente, por razones muy fáciles: el Caribe. Yo soy del Caribe, de Cuba. Y Barranquilla es poco menos que la misma cosa. Tenemos las mismas virtudes y los mismos defectos. Además hay una cosa que ustedes no saben, solamente se lo he dicho a unos pocos amigos de la universidad: ustedes se han librado de que yo viva en Barranquilla. Cuando yo llegué por primera vez, poco días después de mi arribo a Colombia, me recibió Marcos Pérez que era, todos lo saben, una institución radial en Barranquilla y en Colombia. Marcos me conocía de las transmisiones de Cuba, me pidió encarecidamente que me quedara a trabajar aquí con él. Es decir, ustedes se han librado de mí, pero les ha tocado aguantar a Édgar Perea y a Édgar García Ochoa. Yo no sé cuál de los tres es más conveniente.

Ustedes tienen un hotel, El Prado, creo que está hecho por el mismo arquitecto cubano que construyó el Nacional de Cuba. Entonces, yo ahí sentado me da la sensación de que estoy en La Habana, donde falto hace 42 años. Pero, aparte de ese recuerdo inicial de Barranquilla, después fue mi grande amigo, alguien a quien todos ustedes admiran. El ‘cabellón’ Cepeda; el ‘cabellón’ me invitaba a Barranquilla a unas reuniones gratísimas, no en La Cueva que ahora es muy famosa, sino en lo que llamaban la tiende cita de Boston, del barrio Boston. Y pasé inolvidables visitas con él.

Por cierto me daba pena porque él siempre me mandaba el pasaje. Yo le dije: no quiero seguir viniendo a Barranquilla con esas molestias. Y como parece que él tenía algunas influencias con Julio Mario y Avianca, me mandó un talonario con 25 pasajes Cali – Barranquilla. Y después, Mario Ceballos Araujo. De él, ustedes lo conocen mejor que yo. Pero de él quiero destacar un detalle personal, del cual me acordé mucho esta mañana cuando inauguraba la estatua.

Mario, cuando me veía en Cali, en Barranquilla o en Bogotá, o en San Andrés donde fuimos alguna vez, no me hablaba nunca de su realización extraordinaria que es esta Universidad. Yo casi no sabía qué cosas había hecho y hoy las comprobé… Así era de modesto y de sencillo.

Más que de asuntos docentes y universitarios, con Mario yo lo que hablaba era de poesía antillana y de música cubana. Era un experto en eso. Al extremo de que después comprobé que ya sabía mucho de música cubana y de cantantes y artistas cubanos.

Él no solamente sabía más que yo, sino que conocía personalmente a cada uno de los artistas de Cuba. Esto puede parecer una nota frívola, pero no, yo creo que es una demostración de la sensibilidad humana que tenía Mario Ceballos Araujo. En cuanto al concurso, ahora pasó a lo que debí haber hecho al principio.

Por ejemplo, en los concursos de belleza se dice y se repite siempre, todas las candidatas merecían el premio, pero algunas… No. Aquí los que ganan los premios son los mejores, los más calificados. Entonces me impuse la tarea de signar cuáles eran a juicio mío, seguramente equivocado, los mejores. Creo que han ganado los mejores. Habrá oportunidad que los que ganaron, ganen en los próximos años.

El periodismo es una profesión que requiere honestidad y dedicación. El único consejo que les he dado a mis alumnos de periodismo de Cuba y aquí, es que simplemente trabajen, primero que les guste lo que hacen. Yo no concibo a un periodista que esté mirando el reloj a las seis de la tarde para irse de la redacción. No. Usted quédese ahí, porque no se sabe lo que puede pasar por la noche. Entonces dedicación y amor al periodismo.

Algunos prestigiosísimos periodistas como Alberto Lleras Camargo, que escribía maravillosamente bien, dijo una vez que el periodismo era muy bueno siempre que el periodista supiera retirarse a tiempo. Puede ser. Él se retiró a tiempo y fue presidente de la República. Yo no me retiré a tiempo. No me retiré a tiempo, y llevo más de 50 años en este oficio, que cuando se ejerce honestamente no deja mucho dinero. Pero yo me siento muy contento de haber sido y ser periodista. Y lo sigo siendo.

Sigo apareciendo en la televisión de una forma modesta por el peso de los años y de las canas, pero de todas maneras lo hago con mucha vocación y me ha dado las más grandes satisfacciones de mi vida. Yo creo que si he conocido gente importante ha sido por ser periodista.

Un día voy a sacar un libro con todas personalidades que me tocó entrevistar. Porque me tocó tratar y ser amigo de ellos. Por ejemplo yo me acuerdo de que una vez entrevisté a Kennedy. No quería entrevistarlo porque no sabía quién era, era muy poco conocido, era candidato. Pero me recomendó un amigo de él, de Harvard y cuando llegué, me acuerdo que vi en su oficina del Senado un dibujo de una lancha y una foto de una mujer preciosa. Era Jackelin, su esposa.

También me tocó, gracias a ser periodista, ser amigo y me honra extraordinariamente haberlo sido, de Juan Domingo Perón. Perón fue  mi amigo, lo acompañé primero cuando yo me exilié en Argentina y después en España y también en Panamá. Por cierto llegué como periodista a Panamá porque sabían que yo era peronista. Cuando llegué había 150 periodistas, la mayor parte europeos.

Pero me acordé de algo que yo había aprendido en Buenos Aires: Perón se levantaba a las cinco de la mañana, se montaba en una moto, iba a la Casa Rosada y llegaba a las seis. No podía haber cambiado de hábitos de un día para otro. Y efectivamente llegué a la suite donde se hospedaba en Panamá, era en el primer piso del hotel Panamá Hilton.

Y había un joven teniente, mulatón él, y me dijo: ¿Usted a qué viene? Yo le digo que vengo a ver a Perón. -¿Pero a las seis de la mañana? Ese hombre debe estar durmiendo. Yo le dije: abra la puerta que debe estar allí. Y estaba Perón desayunando, muy temprano. Me hizo pasar. ¿Y sabe quién era el que me abrió la puerta? Un teniente que se llamaba Torrijos.

Un día llegó Torrijos a Cali, por cierto, para una cita sentimental y amorosa. No diré nombres… Y me vio y me dijo: Tú fuiste el que llegó a las seis de la mañana a ver a Perón. Entonces así es mi vida, está llena de recuerdos gratísimos.

En otra ocasión llega De Gaulle. Yo le tenía una gran admiración. Llega a Bogotá y yo lo sigo paso a paso en cada uno de los actos. No quiso dar ninguna entrevista. No estaba para eso. Digo, se iba al día siguiente. Me había visto a toda hora al lado de él sin yo molestarlo. Y se me acercó y me dice: ¿Usted por qué siempre está cerca de mí? Le contesté: porque lo admiro mucho. Me dijo: ¿Usted es periodista? Y me concedió una entrevista por mi lealtad a estar a su lado, junto a él.

Estas son las cosas que él periodismo ofrece y qe hay que agradecer. Así que los compañeros que aparecen en esta selección del primer Premio Mario Ceballos, yo creo que han escogido noble profesión. No como dijo alguna vez con gracia Jorge Luis Borges: “Yo he estado en unos ambientes bohemios, de poetas, de periodistas, y hasta de gente peor”.

Así que si les gusta, tienen una hermosa profesión. Ahora parece que da dinero porque hay mucho periodista que busca avisos en radio y televisión. Pero aparte de eso es una profesión muy meritoria. Felicito especialmente a los que han ganado premios en las distintas características de este concurso.

Les deseo mucho éxito y finalmente, sinceramente les digo que me siento muy honrado con esta invitación. He venido por natural simpatía con la gente barranquillera, pero he venido fundamentalmente como un tributo de respeto y admiración a Mario Ceballos Araujo. Muchas gracias. José Pardo Llada.

Ganadores de la versión I de los Premio MC

Juan B. Fernández Renowitzky

Perteneciente a una de las familias más connotadas en la prensa y la política colombiana, Juan B. Fernández Renowitzky es uno de los grandes maestros del periodismo del país. Nacido en Barranquilla el 22 de marzo de 1926, fue el heredero del legado de quien fuera uno de los fundadores de El Heraldo, reconocido como uno de los más importantes dirigentes del país, su padre Juan B. Fernández Ortega.

Juan B. Fernández Renowitzky es abogado egresado de la Universidad Nacional, con estudios de posgrado en Humanidades en la Universidad La Sorbona de París, de Periodismo en la Escuela de Altos Estudios de París, y Literatura y Economía en la Universidad de Harvard en Estados Unidos.

En la vida nacional ocupó importantes puestos, entre otros, Magistrado del Tribunal Superior del Atlántico, Alcalde de Barranquilla, Ministro de Minas y Petróleo, Ministro de Comunicaciones y Embajador de Colombia en Chile.

Durante muchos años fue Director Consejero del diario El Heraldo, el medio impreso más influyente de la región Caribe colombiana.

Jorge Cura Amar

Comunicador Social – Periodista egresado de la Universidad Autónoma del Caribe, de origen chileno. Cuenta con casi 40 años de experiencia laboral en radio y televisión. Participó en el taller sobre Solución de Conflictos dictado por profesores de la Universidad de Harvard en Cartagena. Galardonado seis veces con el Premio Simón Bolívar en radio y televisión, y ganador en 1990 del premio Rey de España.

Trabajo Ganador: El Islote, golfo de Morrosquillo. Emitido en el programa Sucesos, transmitido por Telecaribe.

Sinopsis: En el Golfo de Morrosquillo está enclavado un islote con la densidad poblacional más alta del planeta. La realidad que padecen los habitantes de este islote parece sacada de una novela de García Márquez. Este pedazo de tierra colombiano ha sido olvidado por el Estado, y en consecuencia, está plagado de pobreza y de necesidades insatisfechas. Sin embargo, pese a todas esas vicisitudes, los habitantes han intentado sobreponerse gracias a su nobleza, a sus ganas de vivir. Esta crónica busca reflejar el contraste de una población marginada que durante más de un siglo ha amoldado sus costumbres y su actividad económica al islote, demostrando la capacidad del hombre de adaptarse.

Rosario Borrero

Comunicadora Social – Periodista egresada de la Universidad Autónoma del Caribe, fue Jefe de Redacción del periódico de El Heraldo. Participó en el Taller sobre Reportaje realizado por la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano. Catedrática de la Universidad del Norte y condecorada como Mujer Sobresaliente en el Periodismo otorgado por la Asociación Día Internacional de la Mujer.

Trabajo Ganador: Portadores de la tradición del Carnaval. Publicado por el diario El Heraldo.

Sinopsis: Entre el 15 y 21 de febrero de 2004 fueron publicadas una serie de crónicas tituladas Postuladas de la Tradición del Carnaval. Este trabajo es un homenaje a las personas detrás del carnaval de Barranquilla que año tras año ensayan, se visten, se maquillan y salen a bailar por las calles de la ciudad en una búsqueda por mantener vivas las costumbres y la cultura, que han convertido esta fiesta en Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por parte de la Unesco. Estas crónicas demuestran con fidelidad que el Carnaval de Barranquilla es mucho más que un estilo de vida, es la forma de vivir de quienes esperan  ilusionados los otros 361 días del año el regreso de los cuatro días que sustentan  su existencia.

Jaime Marenco Martínez

Comunicador Social – Periodista egresado de la Universidad Autónoma del Caribe en 1990. Fue Jefe de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Barranquilla.

Trabajó Ganador: La importancia de la comunicación organizacional en la Arquidiócesis de Barranquilla.

Sinopsis: A través de los años la iglesia ha logrado acomodarse a las distintas realidades que se le han presentado. En el nuevo siglo, la tecnología determina la pauta a seguir para mantenerse vigente en este mundo cada vez más rápido y dinámico. Para logar este intento por adaptarse, es necesario tener la estructuración organizacional adecuada. Por eso, desde el ems de septiembre del año 2000, la Arquidiócesis de Barranquilla ha asumido el compromiso de desarrollar un proceso novedoso de evangelización, entendiendo que es relevante un manejo adecuado de las comunicaciones.

Alberto Mercado

Comunicador social – periodista, egresado de la Universidad Autónoma del Caribe, con  más de 40 años de experiencia como locutor deportivo laborando en las emisoras más importantes de Barranquilla. Transmitió por televisión el partido de inauguración del estadio Metropolitano en 1986, y la Copa América de 2001 que se realizó en nuestro país.

Trabajo ganador: Edgar Rentería hace historia en el béisbol de las Grandes Ligas. Transmitido por RCN Radio.

Sinopsis: Esta crónica nos brinda la oportunidad de conocer la evolución del beisbolista barranquillero Edgar Rentería, desde su llegada al equipo Medias Rojas y la lucha por ganarse una afición que no confiaba en él, y la fortaleza con la que se enfrentó a las adversidades, permitiéndole erigirse en defensa de su equipo.

Alberto Salcedo Ramos

Comunicador Social – Periodista egresado de la Universidad Autónoma del Caribe. Cronista de notable estilo narrativo. Incluido en diversas antologías nacionales e internacionales de periodismo. Ha publicado los libros ‘El oro y la oscuridad, la vida gloriosa y trágica de Kid Pambelé’, ‘De un hombre obligado a levantarse con el pie derecho y otras crónicas’, y ‘Los golpes de la esperanza’.

Además es coautor de ‘Diez juglares en su patio’ y ‘ Manual de géneros periodísticos’. Varios de los temas que ha abordado están relacionados con la cultura popular. Ha ganado, entre otras distinciones, el Premio Internacional de Periodismo Rey de España.

José Casimiro Oñate

Comunicador Social – Periodista egresado de la Universidad Autónoma del Caribe.

Trabajo Ganador: Inhumano. Serie de fotografías publicadas en el diario El Meridiano de Córdoba.

Sinopsis: Serie de fotografías que ilustran el drama de una persona que vive en la miseria, reflejando la crudeza y el desamparo ante las miradas renuentes de la sociedad. A pesar del impacto que ocasiona la imagen, después de publicada la fotografía, la protagonista fue recogida para tener una muerte digna.

Jurados

José Pardo Llada.
Alberto Salcedo Ramos.
Antonio Cacua Prada.
César Mauricio Velásquez.
Fernando Barrero Chávez.